lunes, 6 de agosto de 2007

Las niñas de mis ojos


Recibo mensaje de una de "mis hijas"; María y claro eso me obliga a responderle y regalarle algún "tanga" fotográfico.


Aunque el contenido de su mensaje me da por pensar si no existe el divorcio de hijos, mejor dicho de hijas díscolas que profieren amenazas de colgar fotos mías con cara de despiste en represalia por las fotos de la terraza. Con lo que yo presumo de hijas guapas. ¡Ay Señor¡. También me advierten de su visita inminente por estas tierras de vino y cordero, es lo mínimo. Y no sólo de ellas espero visita.

Bueno pues ahí van tres momentos de los miles que compartimos. María en el colegio de Mbacke, la primera vez que fuimos y las cuatro en Toubabacouta, cualquiera diría que fue después de la noche salvaje en la discoteca del pueblo. Lo que no saben ellas es que quince días después volví esta vez con Daniel, Nerea, Enric, Arantxa y Vanessa -otra vez malita en diferente habitación pero en el mismo campamento que nos habíamos hospedado. Por la noche algunos jovenes nos ofrecieron compartir con ellos una hoguera, el sonido del yembe, el aroma de unos cigarrillos, sus voces cadenciosas al cantar y una conversación acotada por las limitaciones del lenguaje, en mi caso el francés y en el de Daniel su wolof. ¡Ah, me olvidaba¡, también compartimos pulgas y mosquitos. Por cierto hubo alguno que todavía nos recordaba de la vez anterior. Sin comentarios del por qué nos recordaban.
CONCHA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Concha!!

Desde Asturias te mando un beso y un abrazo muy grande que además te debo porque no pude despedirme de ti...dormías como una princesa toubap...gracias por tus palabras en esa despedida escrita que me regalasteis. Seguiremos en contacto jeje

Anónimo dijo...

ay mami!!

no solo vigilabas sueños...
...con este blog mantienes uno vivo...haces dificiles las venganzas... =)